De-Hinchú, el Idólatra

Al abrir la carta de Hop-Sing, re­vo­lo­teó hacia el suelo una tira de papel ama­ri­llo, que a pri­me­ra vista me fi­gu­ré cán­di­da­men­te que sería la eti­que­ta de un pa­que­te de sor­pre­sas chi­nas, tan­tas eran las fi­gu­ras y je­ro­glí­fi­cos que con­te­nía. Había tam­bién en su in­te­rior una tira más . . . leer mas